Partición fusiona imágenes de archivo de la ocupación británica de Palestina con grabaciones de audio de refugiados palestinos en el Líbano, trazando líneas de continuidad dejadas por el desplazamiento sísmico. El cine mudo, reunido en colecciones imperiales, alberga historias apenas contadas y perspectivas coloniales que se filtran en el presente; Partición utiliza el montaje dialéctico y el sonido asincrónico para examinar ambos. Recuperando la presencia palestina a través de la historia, la voz y la canción, desentrañando el pasado colonial a través de paisajes sonoros del precario presente, Partición es una meditación sobre lo que los cuerpos recuerdan y los imperios olvidan.