Fin
Lara Sousa / Cuba / 2018 / 15 min
¿Cómo expresar la melancolía de los sitios a los que no fuimos? ¿Cómo enviar un mensaje a un ser querido ausente y silencioso? Un balcón que da al océano índico, solitario, imaginario, inalcanzable, es la puerta a sueños y pasajes, utopías fracasadas, historias fracturadas, seres incorpóreos que habitan espacios herméticos y en ruinas. Ni siquiera los recuerdos pueden expresar los anhelos familiares, los sueños de patria, la fe en un mundo mejor, porque resultan elementos completamente vacíos de un pasado bastante lejano. La autora navega por un océano de silencios, por los intersticios del olvido, para asumir la caída de los grandes relatos. El propio espíritu deambula buscando respuestas. Tal vez la poesía y el ritmo de tambor de Yemayá, sedante y persistente, logra unir espacios tan parecidos y a la vez tan lejanos como Cuba y Mozambique.
El cementerio se alumbra
Luis Alejandro Yero / Cuba / 2018 / 14 min.
Cuba es una isla cautiva del tiempo. Allí, donde la Historia parece haber llegado a su fin, los vivos y los fantasmas comparten una utopía negada en la que la vida encuentra formas misteriosas y encubiertas de manifestarse. Mientras los jóvenes palpitan gozosos bajo la tierra, embrujados por el deseo y la música, aquellos que hace tiempo lucharon por la libertad se elevan en la oscuridad de la noche. Este cortometraje transita entre personajes y visiones de un país sustraído del tiempo, una experiencia ambigua y cargada de espectros que trasciende los lugares comunes sobre la Cuba posrevolucionaria. El cementerio se alumbra dibuja con las sombras el sueño colectivo de una nación que habita en los linderos entre la vida y la muerte, lo viejo y lo nuevo, la luz y la oscuridad.
Sete anos em maio (Siete años en mayo)
Affonso Uchôa / Brasil / 2019 / 41 min.
En Latinoamérica, la violencia se ha ensañado históricamente con los cuerpos de aquellos que viven al día, esos hombres y mujeres que recorren las metrópolis de un lado a otro todas las mañanas para procurarse el pan. El poder dispone de ellos a su antojo: lacerándolos, desechándolos, desapareciéndolos. Rafael, el protagonista de esta película, nos cuenta, junto al fuego, la historia de la noche, hace siete años, en que un grupo de hombres vestidos de policía fueron a buscarlo a su casa y lo torturaron sin razón. Su testimonio repleto de melancolía, nos narra la historia de esa noche interminable y en el proceso denuncia los abusos y la violencia a los que tantos brasileros han sido sometidos en nombre del “orden y el progreso”. En épocas del Brasil de Bolsonaro, esta película nos reclama escuchar atentamente y permitirnos aprender colectivamente sobre la dignidad que habita en la desobediencia.
