Es verano en Buenos Aires y la hermana de Marcela muere. Mientras llora su pérdida, debe enfrentar el doloroso proceso de vaciar el departamento de su hermana: fotografías, reliquias, recuerdos. Nacho, un joven amigo de su hija, le ofrece su ayuda para esta tarea. En él, Marcela encontrará un consuelo inesperado en donde comenzará a cuestionarse a sí misma y al asfixiante camino de la cotidianidad. Seleccionada en el Festival de Cine de Locarno y ganadora del Premio Horizontes del Festival de Cine de San Sebastián (Donostia).
Sobre Horizontes: Pulsiones Audiovisuales
Horizontes es un proyecto que propone revisar distintas miradas que confluyen entre dos programadores de cine a partir de una provocación: una película, una imagen o un tema, y de esta manera generar relecturas de obras audiovisuales, fenómenos sociales o temáticas a partir del intercambio de miradas y aproximaciones curatoriales desde el audiovisual latinoamericano. En esta segunda edición la provocación es la película La Ciénaga de Lucrecia Martel y las curadoras son Isabel Orellana (Chile) y María Paula Lorgia (Colombia), quienes proponen en esta ocasión cinco películas que conversan con esta obra audiovisual y su contexto.
Mundos interiores (Curaduría de María Paula Lorgia, Colombia)
Esta curaduría gira alrededor de películas que abordan los mundos interiores de la mujer latinoamericana inmerso en un universo de complejidades familiares y personales como el de La Ciénaga de Lucrecia Martel. Tali, Mecha y Momi, protagonistas de la película, habitan desde cada uno de sus lugares estados de angustia y descomposición: todas ellas son mujeres que se encuentran atrapadas en una crisis económica, en situaciones de abandono y desencuentro, así como en posiciones que desafían los patrones de género y de clase predominantes en el continente, expresados mayormente en circunstancias familiares en donde su singularidad es anulada.
Las películas de esta selección —El niño pez de Lucia Puenzo, La teta asustada de Claudia Llosa, Mañana a esta hora de Lina Rodríguez, Adiós entusiasmo de Vladimir Durán y Familia sumergida de María Alché—, así como La Ciénaga, provocan conversaciones alrededor de las tensiones (y prisiones) emocionales que provoca ser y vivir como mujer en Latinoamérica.
A su vez, todas estas películas contienen una narrativa feminista que se opone a las convenciones normativas de hacer cine en el continente, que se expresa no solo a través del guión, sino también a través del lenguaje corporal de los personajes y de la intersección de distintas displinas artísticas como el teatro, la música, la poesía y la literatura. También, la selección reúne un grupo de ficciones que a través de su lenguaje cinematográfico amplían y expanden los límites de la imagen siendo, como lo fue La Ciénaga en su momento, profundamente políticas y relevantes en el desarrollo de un cine radical contemporáneo.