Cineconcierto Bajo el Cielo Antioqueño (1925): Día Mundial del Patrimonio Audiovisual
Función:
Lunes 27 de octubre - 6:00 pm - Sala capital
Entrada libre reclamando boleta en taquilla
Bajo el Cielo Antioqueño (Arturo Acevedo / Colombia / 1925). 100 min.
La Cinemateca de Bogotá - Gerencia de Artes Audiovisuales del Idartes, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, se unen a la celebración del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, para conmemorar los 100 años de la obra cinematográfica Bajo el cielo antioqueño (1925).
Cada 27 de octubre el mundo celebra el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, proclamado por la UNESCO para recordarnos la importancia de proteger, recuperar y compartir los archivos que constituyen nuestra memoria colectiva. Las imágenes en movimiento y los sonidos grabados no son solo documentos: son testigos vivos de las luchas, los afectos, los paisajes y las voces de generaciones que nos precedieron.
En este marco conmemorativo, nos encontramos hoy con una de las obras más emblemáticas del cine silente colombiano: Bajo el cielo antioqueño (1925), dirigida por Arturo Acevedo Vallarino y producida por Gonzalo Mejía. Estrenada en Medellín hace un siglo, esta película fue un acontecimiento cultural y social que, a través de un melodrama romántico, reflejó los valores, tensiones y paisajes de la Antioquia de comienzos del siglo XX.
Bajo el cielo antioqueño es mucho más que una historia de amor. Es un espejo de un país en transformación, un retrato de la vida cotidiana y de las costumbres de su tiempo, y un símbolo de cómo el cine ayudó a forjar una identidad regional y nacional. Según la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, su recuperación y exhibición son actos de memoria y de justicia cultural: gracias al proceso de restauración fotoquímica iniciado en 1997, hoy podemos volver a encontrarnos con sus imágenes y compartirlas con nuevas generaciones.
La proyección en formato de cine concierto —con música en vivo, tal como en los días del cine silente— nos invita a revivir la experiencia de los espectadores de 1925 y, al mismo tiempo, a redescubrir la intensidad emotiva de una obra que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo, a la obsolescencia tecnológica y a la fragilidad de sus soportes.
Celebrar el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual con Bajo el cielo antioqueño es afirmar que preservar es resistir al olvido. Es reconocer que el patrimonio audiovisual no es estático ni distante, sino memoria viva que nos interpela, que nos habla de quiénes fuimos y nos conduce a reflexionar: ¿cómo sería nuestra historia si esta película no hubiera sobrevivido?, ¿cuántas otras obras esperan aún ser rescatadas?, y, sobre todo, ¿qué legado audiovisual queremos dejar a quienes vendrán después de nosotros?
Hoy, celebramos la fuerza de la memoria y renovamos nuestro compromiso de seguir cuidando, difundiendo y preservando las imágenes y sonidos que nos pertenecen a todos.
Sinopsis:
El empresario Gonzalo Mejía (1884-1957), inspirado por el éxito del largometraje La tragedia del silencio (1924) de Arturo Acevedo Vallarino (1873-1950), decidió emprender su propia producción cinematográfica. Para ello creó la Compañía Filmadora de Medellín, financiada mediante la venta de acciones entre los llamados “propulsores potentes del progreso antioqueño”. La película se concibió así como un esfuerzo colectivo de los sectores privilegiados de Medellín, quienes no solo aportaron recursos sino que también participaron como protagonistas: los actores y actrices fueron escogidos entre la “gente más distinguida” de la ciudad.
El resultado fue Bajo el cielo antioqueño (1925), un melodrama romántico que narra la historia de Lina (Alicia Arango), una joven colegiala que, contra la voluntad de su padre Don Bernardo (interpretado por el propio Gonzalo Mejía), sostiene un romance con Álvaro, un bohemio que dilapida su fortuna. La trama, marcada por el amor, el honor y las tensiones familiares, se desarrolla en medio de un trasfondo visual que exhibe con orgullo los símbolos de modernidad y progreso de la región: el cultivo del café, la minería, las fábricas, los grandes almacenes y los paisajes urbanos de la Medellín de la época.
De esta manera, la película combina el melodrama sentimental con un retrato costumbrista y social, proyectando tanto los valores de la élite antioqueña como una visión de modernidad regional que buscaba consolidarse en el imaginario nacional.
Proceso de preservación y restauración:
Esta película ha sido conservada y preservada desde 1997 por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, a partir de copias incompletas, con el apoyo de diferentes entidades. En esta primera etapa se realizó la duplicación a través de la Cinemateca Nacional de Venezuela, bajo la supervisión de Óscar Garbisu, a partir de la reconstrucción editorial llevada a cabo por Atanasio Martínez, con la colaboración de Diego Rojas, Yolanda y Luis Mejía y la dirección de Jorge Nieto.
En 2019, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano emprendió la restauración digital de la película, mediante su escaneo en resolución 4K. Este trabajo se desarrolló en el marco del programa Fortalecimiento del Patrimonio Audiovisual Colombiano, con aportes del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, e incluyó la captura de los internegativos de imagen generados en la primera restauración fotoquímica de 1997.
El proceso incorporó correcciones de luz, contraste y reparación de desgastes físicos, aunque, debido a la naturaleza del material de origen, la versión restaurada conserva algunos rastros visibles de rayaduras, dobleces y variaciones de tono.
En 2025 se realizó una nueva verificación de la versión digital, con nivelaciones adicionales de luminancia y contraste, y se efectuó la masterización en formatos de preservación y exhibición: cintas LTO9 y DCP.
Composición e interpretación musical:
El maestro Francisco Zumaqué realizó la composición e interpretación musical de la versión 35mm en copia cinematográfica duplicada, proyectada en Bogotá el 15 de octubre de 1999 en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y el 18 de noviembre de ese mismo año en el Teatro Metropolitano de Medellín.
Para la versión restaurada de 2025, con motivo del centenario de la película, se compuso una nueva banda sonora. El proceso creativo fue liderado por Julián Brijaldo, junto a compositores profesionales y jóvenes talentos vinculados al Semillero de Investigación MotiFilm del Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín (ITM). La coherencia musical se construyó a partir de leitmotivs asociados a los personajes principales, alternados con materiales no temáticos, en el marco del formato de cámara del Ensamble Arcob, conformado por flauta, oboe, quinteto de cuerdas y piano.
Los compositores de esta obra músical fueron: Jamir Mauricio Moreno Espinal, Jorge Hoyos Rentería, Sara López Marín, Juan Esteban Potes Flórez, Carlos Quintero Castellanos y Elvis D. Quintero Bustamante. Esta música fue interpretada por el Ensamble Arcob en la proyección del 24 de agosto de 2025, en el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín.
Como parte de la celebración del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, el próximo 27 de octubre la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB) presentará la película en formato de cine concierto, interpretando en vivo la música compuesta por el Semillero MotiFilm. Para esta ocasión se contará con la siguiente plantilla instrumental: 3 violines primeros, 3 violines segundos, 2 violas, 1 violonchelo, 1 contrabajo, 1 oboe, 1 flauta y 1 clavinova.
La proyección se realizará en dos partes con un intermedio de 15 minutos, con el fin de facilitar la interpretación musical en vivo y recrear la experiencia original de los espectadores del cine silente.