Alén recorre la ciudad de Cali mientras escucha su música. Su amiga, Claudia Bicharraca reparte flyers que invitan a la Marcha de las Putas. Alén, Miguél e Irene organizan un toque con su banda. La fiesta comienza: cerveza, un streaptease y discursos sobre la emancipación de la mujer y la libertad de los cuerpos, se entrelazan con los sonidos electrónicos de una generación en tránsito.