El joven Rosendo es descendiente de la familia Aldaya, cuyos miembros son poderosos terratenientes arruinados por las reformas agrarias posteriores a la Revolución. Vive con su madre y su abuela, quienes están obsesionadas con recuperar el pasado perdido. Las experiencias del protagonista en medio de un ambiente familiar decadente, en el cual experimenta su propio tránsito a la madurez, son la médula misma de este implacable retrato de una clase social en extinción cuya obstinación con el poder es llevada hasta límites delirantes por José Estrada.