A partir de una selección de los primeros cortometrajes de Lotte Reiniger, originalmente creados sin sonido pero con un marcado ritmo visual, Alejandro Forero y Bibiana Rojas diseñan ambientes sonoros y formas musicales que dialogan con las animaciones de los cortes de Reiniger. Evento realizado en el marco de los 125 años del natalicio de Lotte Reiniger, con el apoyo del Goethe Institut.
Diez minutos Mozart (Dir. Lotte Reiniger, 1930) Alemania. 10 min.
La primera película sonora de Lotte Reiniger presenta juegos de siluetas al son de la música de su compositor favorito, introducidos por Arlequín, el personaje favorito de la cineasta.
El ornamento del corazón enamorado (Dir. Lotte Reiniger, 1919) Alemania. 5 min.
La primera película dirigida por la influyente animadora de siluetas de origen alemán Lotte Reiniger recuerda deliciosamente a una tarjeta de San Valentín hecha realidad. Dos amantes interactúan con un fondo ornamentado que se desplaza y cambia al compás de sus propios movimientos de ballet mientras expresan sus sentimientos el uno por el otro.
Grotescos en la nieve (Dir. Lotte Reiniger, Alex Strasser, 1928) Alemania. 10 min.
Después de que la lluvia gris de la ciudad se haya convertido en nieve, nos encontramos junto a una silueta en las montañas nevadas. Bajo el lema «Ponte los esquís», comienza una experiencia de deportes de invierno para jóvenes y mayores: desde saltos de esquí, patinaje artístico y bobsleigh hasta recorridos de montaña sobre esquís.
Cenicienta (Dir. Lotte Reiniger, 1922) Alemania. 13 min.
La célebre cineasta alemana Lotte Reiniger, pionera del cine de animación, adapta (más bien se apropia de) uno de los cuentos de hadas más famosos del mundo, esta vez en la versión alemana de los hermanos Grimm. Aquí, a partir de sus clásicas siluetas diseñadas con tijeras y cartón, el hada madrina es reemplazada por un árbol mágico mientras que la malvada madrastra es aún más oscura que la tradicional, entre otras truculencias, como la decisión de una de las hermanastras de cortarse un pedazo del pie para que le entre en la zapatilla. Lotte Reiniger haría una nueva versión de este clásico en 1954.