Las vidas de Marcela, Jaima, Gina, Alexa, Roxana y Pame la transcurren entre las montañas de los Andes colombianos: allí siembran la tierra, cultivan y cosechan café, fabrican artesanías, cuidan de sus hogares y, ante todo,honran su territorio y cultura ancestral. Ellas conforman un grupo de mujeres trans de la comunidad Emberá Chami ubicada en el resguardo indígena Karmata Rua, que ha ido labrando su camino a pesar de las dificultades.
Estas “mujeres de barro” no han tenido miedo de asumir su identidad y han luchado por defender su lugar en un entorno muchas veces hostil. Juntas han logrado darle visibilidad a sus expresiones artísticas y espirituales, mientras su trabajo como tejedoras y diseñadoras de accesorios típicos de su cultura ha resonado en la vanguardia de la moda en Colombia.
Las wërapara, —como son llamadas en su lengua nativa—, dan consejos, se apoyan y sobre todo se esfuerzan por preservar el poder sanador de reconocerse como comunidad. Cada una de estas mujeres, con sus historias, representan la diversidad y el potencial que tienen la cultura y la tradición Emberá. Gracias al apoyo de sus familias, pero también a su innato empeño por luchar en contra de la discriminación, su individualidad brilla con luz propia. Indudablemente, con su fuerza imparable, se han posicionado como importantes figuras de liderazgo y ejemplo dentro y fuera de su colectividad.