Roberto Hurtado padece una enfermedad rara que requiere transfusiones masivas de sangre en niños o adolescentes. Él chantajea a tres empleados para conseguir sangre y ellos recurrirán a métodos sin escrúpulos para conseguirla. En redadas nocturnas atrapan a sus víctimas y las someten a perversiones sexuales antes de matarlas.