El cine de Andrés Di Tella podría pensarse como una colección de apuntes filmados, una serie de imágenes posibles que esbozan una forma fílmica vibrante, en movimiento, que no acaba de cerrarse en una categoría fija, por más antiesquemática que pueda proponerse. En 327 cuadernos, Ricardo Piglia, uno de los grandes narradores de lengua hispana, regresa a la Argentina después de muchos años de vivir en el exterior. Se propone revisar exhaustivamente, por primera vez, los 327 cuadernos que constituyen su diario íntimo, un registro de más de medio siglo de vida. Andrés Di Tella lo acompaña ese proceso durante un año entero, creando una especie de diario cinematográfico.