Tolar Grande, una pequeña localidad en Salta, al noroeste argentino, es un lugar alucinante, con una geografía que hace pensar en un paisaje fuera de este mundo. Allí vive Estela, una mujer que intenta recuperar su espíritu. El primer largometraje documental de Laura Basombrío explora este particular territorio a través de la vivencia espiritual de Estela. Su voz se transforma en territorio, ella habla de su manera de ver el mundo, de entender su vida en relación con lo inexistente y de la comunicación permanente con su madre muerta a través de los sueños. La película se desarrolla a lo largo de los preparativos del Día de las almas, una celebración colectiva de la muerte y de las almas, de la continuidad de su presencia, a través de otras formas, en la vida. La voz de Estela también habla de violencias, de soledades y luchas, describe su paisaje interno maravilloso y hostil, misterioso e infinito, terroso, desolado, de montañas color púrpura y terracota, extraterrestre, como el gran altiplano salteño en el que habita.
Por Diana Prada Rojas