Al noroeste de México se levanta una extensa y sinuosa cadena montañosa conocida como la Sierra Tarahumara. En ella se origina la historia de Cruz, un hombre rarámuri fuerte y pacífico que ha dedicado su vida a la comunidad.
Hace cinco años Cruz, sus hijos y 75 familias más, fueron despojados de sus tierras por el narcotráfico al rehusarse a cambiar la siembra de maíz por la de amapola. Su vida cambió por completo. Viven ahora como refugiados en una ciudad donde día a día van perdiendo su identidad, sólo salen de sus casas para trabajar, ir a la escuela y a comprar comida.