Mekas se despidió de su ‘técnica-bólex’ al acabar el siglo XX, con lo que, se pensaba, era su último diario en 16mm, una monumental obra en la que ensambló las imágenes registradas entre 1970 y 1999 (De cuando en cuando vislumbré breves momentos de belleza, 2000). Con Out-takes from a Life of a Happy Man (Fragmentos de la vida de un hombre feliz), Mekas vuelve a las imágenes descartadas de sus diarios (y a unas cuantas ya vistas, conocidas, amadas) para armar una última película- diario. Entre el video y el celuloide, el cineasta se filma trabajando en sus imágenes, cortando y empalmando la película, girando la bobina de la moviola; viendo y tocando, en lo profundo de la noche, “imágenes, sólo imágenes”.