1944. En un gueto polaco, Jacobo Heym se entera, por casualidad, del avance del Ejército Rojo. La noticia podría animar a los habitantes del gueto que han perdido las esperanzas pero, para darla a conocer, Jacobo debe mentir acerca de las circunstancias en las cuales se enteró del hecho, pues éstas son demasiado inverosímiles como para que alguien le crea. La noticia proviene del cuartel de la Gestapo y Jacobo jamás debería haberse enterado. Jacobo afirma entonces que tiene una radio escondida y, a partir de ese momento, se ve obligado a inventar más y más noticias. En el gueto, las víctimas recobran las esperanzas, y el número de suicidios se reduce. Pero, al final, ni toda la fantasía de Jacobo puede evitar la deportación.