Con las palabras "si lloras, te mato" resonando aún en sus oídos, Alma y sus hijos fueron asesinados en el conflicto armado de Guatemala. Treinta años después, se abre una causa penal contra Enrique Monteverde, un general retirado que estuvo al frente del genocidio. Pero el juicio donde es condenado es declarado nulo y él es absuelto. Entonces, el espíritu de "La Llorona" se libera para vagar por el mundo como un alma perdida entre los vivos.. Por las noches, el ex-militar comienza a escucharla llorar, y su mujer y su hija creen que está sufriendo accesos de demencia senil.
Imágenes del extravío
Curaduría de Luis Felipe Raguá y Valentina Giraldo Sánchez
Un hombre divagando en un bosque en Cuba nota en su cuaderno mensajes, códigos, dibujos que el bosque mismo parece comunicarle. Una adolescente de regreso en Caracas recorre sus calles buscando libros esquivos. Un grupo de hermanas uruguayas recuerdan, en el funeral de una de ellas, las vacaciones sin rumbo donde se afianzaba su relación. La imagen de las películas se llena de grietas en las que se cuelan la luz y la infancia. Hay algo que todas estas películas comparten: errancias y extravíos. Cruces de caminos, portales primitivos llenos de ternura y ferocidad.
Los personajes de las películas que conforman Imágenes del extravío escapan, van a las periferias y las convierten en sus nuevos centros, y buscan, tanteando, a la deriva, un lugar que los acoja. Guiados por la intuición, en solitario o en compañía, se dejan atrapar por el extravío como una forma una forma futura del encuentro. Pues de cada éxodo y de cada umbral, ellos (es decir los personajes) y nosotros, volvemos distintos y con señales.