Sabemos que nuestra conciencia nos habla, al igual que nuestro cuerpo. El erotismo es el leit motiv narrativo de este grupo de cortos como Viejas que Hierven, Parida por el mar y Hartazgo conyugal. Presentados distanciadamente, se nos muestran cómo goces estéticos y como placeres sexuales. Así, esa complacencia en los rostros (femeninos y/o masculinos) encuadrados en largos y primeros planos, al igual que la fragmentación a que somete el cuerpo humano, abocan la serenidad, la compulsión y el estatismo. Se intercalan frecuentes planos, cuando no secuencias enteras, de clara matriz realista que sólo aparentemente distorsionan esa lineal placidez, pues su finalidad es mostrar esa otra cara de la sexualidad que, casi sin secreto, pugna desde su constante latencia en ser pasión y el lugar del encuentro con nuestro otro. A través del periplo de los protagonistas que serán, a la par que aventureros, mayormente existenciales.
Partiendo de una cotidianidad banal y mediante tramas realistas se van construyendo unos cortometrajes que son relatos de los sucesivos enfrentamientos de una mujer con ella misma, con sus propias fuerzas interiores, otras, en la búsqueda ignorada de su identidad epidérmica. Búsqueda que hallará su (ambigua) resolución en las historias que se plantean.
Juan Guillermo Ramírez
Viejas que hierven (Dir. Violeta Tapia, 2024) Argentina. 20 min.
Parida por el mar (Dir. Santiago Aldunate, 2025) Chile. 18min.
Hartazgo conyugal (Dir. Benjamín Toro, 2025) Chile. 20 min.