Malaika, la princesa. Dir.Lizardo Carvajal. 2013. Colombia. 8 min.
Malaika es una niña africana, princesa de una manada de elefantes que vive en el lomo de su padre Komba. En el largo viaje por encontrar los bebederos de agua, Malaika entenderá que la memoria es la clave de la supervivencia de los elefantes. El viaje les deparará peligrosos cazadores a su acecho, días de sequía y bebederos sin agua; pero también es maravilloso encuentro con los sagrados Baobabs, misteriosos árboles de la sabana, que crecen al revés. Los días difíciles llegan cuando Komba, comienza a presentir la muerte. Entonces Malaika tendrá que enfrentarse a una de las más difíciles pruebas y a un gran aprendizaje.
Nenúfares. Dir. Adriana Copete.2016.Colombia. 8 min.
Cecilia vive con goteras, su sombrilla y pez dorado; hasta que su casa es embargada y se hunde bajo el agua. Negada a dejar su hogar, se zambulle en la aventura de vivir en ella. Lidiando con peces y nenúfares que dificultan sus rutinas diarias enredándose con su manguera de oxígeno y dificultándole respirar hasta que aprenda a manejar la presión.
Mocos. Dir. Pavel Molano .2012. Colombia. 10 min.
Mocos es una niña que sufre las burlas de sus compañeros de clase por causa de su alergia al humo y la contaminación. Gracias a los remedios caseros, a su imaginación y al cariño de su familia, supera su condición alérgica y logra que la vuelvan a llamar por su nombre real: Agripina.
Juancho, el pajarero. Dir. Rafael Loayza Sánchez .2013. Colombia. 17 min.
Juancho, joven campesino, gasta sus días cazando toda clase de pajaros pese a los reclamos y reproches de su familia. Sin embargo, cuando a su padre le ofrecen una generosa suma de dinero a cambio de la captura de un esquivo y exótico turpial, Juancho es enviado a una aventura de cacería en la que termina por descubrir el valor auténtico de la libertad.
Mi abuela. Dir. Carlos Smith .2012. Colombia. 12 min.
Una niña de ciudad de 7 años tiene que pasar el fin de semana en casa con su abuela en el campo. Su madre la acompaña allí en carro y se despide. La niña se siente abandonada. Le tiene pavor a los indicadores de la vejez: la piel arrugada de su abuela se asemeja a la corteza de una ceiba, un árbol nudoso y grande. De noche le cuesta conciliar el sueño. Cuando consigue dormirse sueña plácidamente que unas luces de colores la hacen volar. Empieza a levitar felizmente, alejándose de su abuela que está tejiendo sentada en la mecedora abajo, con los pies pegados al suelo como raíces arbotantes. La niña sube y sube en una habitación de altura interminable. A mas altura mas sombras. El sueño empieza a convertirse en pesadilla. Las sombras la rodean. Está muerta de miedo. En el punto álgido de la historia, la única que podría ayudarla es su aterradora Abuela- Árbol.