Después de 25 años de exilio, Jonas Mekas vuelve a Seminiskai, su pueblo natal, junto con su hermano Adolfas. Filma el reencuentro con su madre, sus tíos, los campos de su infancia, su casa. Reflexiona sobre la distancia, la guerra y la imposibilidad de volver. Seminiskai es el centro del mundo, dice Mekas, pero ya se han borrados todos los caminos para volver a casa.