Cali, Colombia, año de 2002. José González, un ingeniero de sistemas de edad mediana, descubre en su piel las señales de la litomiasis, un extraño y mortal mal que, según informes de los medios, ha llegado a la ciudad desde la selva amazónica. Quien es atacado por el virus muere a los pocos días de haber contraído la enfermedad, al quedar su cuerpo a merced de una segunda epidermis de bacterias voraces. Horrorizado por lo que la enfermedad ha comenzado a hacer en su cuerpo, José intenta quitarse la vida.