Leo, mi hijo de siete años, fue diagnosticado con autismo. Todo lo que pasa por su mente es un enigma para mí, ya que nunca me ha dicho una sola palabra. Esta película narra mi búsqueda de su voz, evidenciando nuestro proceso en el desarrollo de la comunicación. Me he permitido desaprender para volver a aprender una forma diferente de vivir bajo una nueva perspectiva maravillosa que Leo ha traído.