Adelaida (Laura Osma), una joven de 17 años, vive en Bogotá con sus padres Lena (Maruia Shelton) y Francisco (Francisco Zaldua). Juntos, disfrutan de una cómoda vida familiar compartiendo los altibajos usuales de la cotidianidad. Pronto, empiezan a aparecer grietas en la lustrosa superficie de esta familia, aparentemente perfecta. Dado que Francisco no se involucra de lleno en los detalles domésticos del día a día, el cuidado de la casa y la supervisión de Adelaida recaen sobre Lena, quien vive ya bastante ocupada. A pesar de su dedicación y fuerza, a Lena le cuesta cumplir el papel de madre trabajadora a cabalidad. Justo en la etapa más álgida de su angustia adolescente, y en plena búsqueda de su identidad, Adelaida choca constantemente con su madre... Hasta que ocurre una tragedia. Seleccionada en el Festival de Cine de Locarno y en el Festival de Cine de La Habana.
Sobre Horizontes: Pulsiones Audiovisuales
Horizontes es un proyecto que propone revisar distintas miradas que confluyen entre dos programadores de cine a partir de una provocación: una película, una imagen o un tema, y de esta manera generar relecturas de obras audiovisuales, fenómenos sociales o temáticas a partir del intercambio de miradas y aproximaciones curatoriales desde el audiovisual latinoamericano. En esta segunda edición la provocación es la película La Ciénaga de Lucrecia Martel y las curadoras son Isabel Orellana (Chile) y María Paula Lorgia (Colombia), quienes proponen en esta ocasión cinco películas que conversan con esta obra audiovisual y su contexto.
Mundos interiores (Curaduría de María Paula Lorgia, Colombia)
Esta curaduría gira alrededor de películas que abordan los mundos interiores de la mujer latinoamericana inmerso en un universo de complejidades familiares y personales como el de La Ciénaga de Lucrecia Martel. Tali, Mecha y Momi, protagonistas de la película, habitan desde cada uno de sus lugares estados de angustia y descomposición: todas ellas son mujeres que se encuentran atrapadas en una crisis económica, en situaciones de abandono y desencuentro, así como en posiciones que desafían los patrones de género y de clase predominantes en el continente, expresados mayormente en circunstancias familiares en donde su singularidad es anulada.
Las películas de esta selección —El niño pez de Lucia Puenzo, La teta asustada de Claudia Llosa, Mañana a esta hora de Lina Rodríguez, Adiós entusiasmo de Vladimir Durán y Familia sumergida de María Alché—, así como La Ciénaga, provocan conversaciones alrededor de las tensiones (y prisiones) emocionales que provoca ser y vivir como mujer en Latinoamérica.
A su vez, todas estas películas contienen una narrativa feminista que se opone a las convenciones normativas de hacer cine en el continente, que se expresa no solo a través del guión, sino también a través del lenguaje corporal de los personajes y de la intersección de distintas displinas artísticas como el teatro, la música, la poesía y la literatura. También, la selección reúne un grupo de ficciones que a través de su lenguaje cinematográfico amplían y expanden los límites de la imagen siendo, como lo fue La Ciénaga en su momento, profundamente políticas y relevantes en el desarrollo de un cine radical contemporáneo.