El cuerpo de un decapitado desciende por el río Magdalena, llega a Puerto Berrío y allí lo sepultan como un N.N. Es un muerto proscrito por los poderosos de la guerra, todos esquivan su tumba. Un misterioso hombre, al que todos llaman el Animero, escribe en su lápida la palabra “Escogido”: una promesa que lo llevará hasta el infierno para encontrar la cabeza y devolverle la dignidad al cadáver.