Esteban camina. Camina para entender, para enfrentarse consigo mismo, para afrontar todo aquello que por tanto reprimió. Camina por las montañas desérticas de Santander. Camina por los pueblos. Camina de día y de noche. Camina con su cobardía a cuestas. Camina como nunca caminó en vida, por un pasado que lo atormenta y en el que encontrar los porqués de su propia muerte.